Una mirada integral sobre cómo los médicos pediatras pueden contribuir en los métodos de crianza y calidad de vida de los niños, niñas y adolescentes. Hoy en #ConsultorioWiri, un enfoque sobre la pediatría del siglo XXI.

Dr. Gustavo Pirigliano (M.M.N 74262)

La pediatría es una especialidad en constante transformación y actualización que, desde siempre, asiste a las familias en sus cuidados más sensibles. En los últimos años hubo muchas novedades en esta zona médica y, además, se sumaron los cambios que trajo la pandemia y que afectaron a toda la sociedad. En una época de re adaptación y de necesidad permanente de información fidedigna en #ConsultorioWiri, como siempre, fuimos a las fuentes…

El doctor Gustavo Pirigliano es médico pediatra formado en el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez. Gustavo primero realizó su residencia en esta prestigiosa institución y, luego, fue jefe de residentes. Además, Pirigliano dio clases en la carrera de medicina de la Universidad de Buenos Aires durante 11 años. En abril del 2021 el doctor Pirigliano inauguro una propuesta más que interesante: El Consultorio Pediátrico Urquiza, ubicado en el corazón de Capital Federal. El centro aplica las mismas normas que el Hospital de niños en cuanto a protección y prevención de la salud cuenta con un grupo de 14 pediatras. En esta charla sabremos porque el lema de Gustavo y su gente es “no hay nada más lindo que ayudar en la crianza de los hijos”.

¿Cuáles son todos los temas de los cuales se ocupa la pediatría?

La pediatría es la parte de la medicina que atiende al niño y a su familia. Nosotros asistimos a los niños, las mamás, los papás y todo el resto de la familia nuclear y ampliada como abuelos, tíos y aquellos que participan de la crianza. No me refiero a la atención clínica, sino que ayudamos con las urgencias y consultas que tienen esas personas. En cada consulta intentamos plantar una semilla para que germine en forma de buenas prácticas. En mis 30 años de pediatra no di los mismos consejos en todas las épocas. La información cambió y más aún en la pandemia. De todos modos, para mí la pediatría es la rama más hermosa porque acompañas durante la vida a niños y familias y también los pediatras podemos cambiar historias. Desde que llegó el COVID-19 muchas mamas y papás me dicen que este último año los chicos me vieron más a mí que a los tíos o a los abuelos y eso es verdad. Cuando vienen desde chiquitos primero te conocen y, luego, empieza la etapa del miedo al doctor. Ya en la adolescencia llegan las charlas en profundidad. Esto es un poco la pediatría, enseñar en la primera infancia como bañar o dormir a un niño hasta aportar herramientas para la vida a los adolescentes.

Las vacunas son el segundo invento más importante para la salud de la humanidad después del agua potable”.

Dr. Gustavo Pirigliano (M.M.N 74262)
¿Cuáles son los estudios de rutina típicos en las distintas etapas de la vida de niños, niñas y adolescentes?

Lo más importante es el control periódico que, en el último tiempo, se vio un poco afectado en pandemia. Tengo pacientes que desregularizaron sus visitas y, cuando vuelven al consultorio, se ven las consecuencias. Un ejemplo de esto es el tema del peso, ya sea aumento o descenso por demás. Por otro lado, están las vacunas que son el segundo invento más importante para la salud de la humanidad después del agua potable. También hablamos de prevención, por ejemplo, de accidentes domésticos en el caso de los bebés cuando comienzan a gatear. Si se trata de chicos escolarizados hay cuestiones de calidad de vida y socialización, aquí entra el gran tema del bullying. Cada etapa tiene sus puntos críticos y característicos.

”En cada momento del año cambiamos el discurso en pediatría”.

Dr. Gustavo Pirigliano (M.M.N 74262)
¿Hay cuestiones estacionales que se abordan en distintos momentos del año?

Sí, por supuesto. Empecemos con la etapa más linda: la primavera que es el momento de las alergias y brotes por florecimiento de árboles y plantas. También en este tiempo hay que reforzar los cuidados por el síndrome urémico hemolítico que se transmite a través de leches y lácteos por medio de la bacteria Escherichia coli. En el verano ya hablamos de trastornos como el Dengue, Zika y Chinkunguya, de las diarreas y vómitos y del cuidado del sol, de esto último, por ejemplo, hace 30 años no hablábamos. En otoño vuelven las alergias y comienzan los virus respiratorios que se van a extender en el invierno: Bronqueolitis y broncoepasmo. Entonces sí, en cada momento del año cambiamos el discurso en pediatría.

”Hoy existe una crianza más tecnológica, el estrés también aumentó y se suman los vaivenes económicos del país. No podemos dejar afuera estas cuestiones en los temas de crianza y yo, como médico me tengo que adecuar.
Los pediatras tenemos que tratar de estar siempre un paso adelante y, por eso, hoy mis consultas no son como hace dos años atrás, mucho menos se parecen a las de hace 30 años cuando comencé mi profesión”.

Dr. Gustavo Pirigliano (M.M.N 74262)
Utilizaste la palabra “crianza” y la frase “cambiar historias”, a partir de estos disparadores ¿Qué foto de época podes hacer desde la pediatría?

La crianza cambió con el tiempo. Es hermoso cuando tus pacientes, que llegaron cuando fueron bebés, ahora ya son padres y vuelven con sus propios hijos. Hoy existe una crianza mucho más tecnológica, el estrés también aumentó y se suman los vaivenes económicos del país. No podemos dejar afuera estas cuestiones en los temas de crianza y yo, como médico, me tengo que adecuar. Por ejemplo, durante la pandemia, ya no puedo recomendar las visitas a los abuelos. Nosotros nos tenemos que adaptar a la época y a los movimientos que suceden para que la consulta se ajuste a las necesidades de las familias. Los pediatras tenemos que tratar de estar siempre un paso adelante y, por eso, hoy mis consultas no son como hace dos años atrás, mucho menos se parecen a las de hace 30 años cuando comencé mi profesión.

Hoy dejó de ser tabú ir a terapia infantil y se entiende que es un espacio que da herramientas para enfrentar la vida. Los pacientes, sin ningún problema, van a gusto con las psicólogas y si no pudieron coordinar por horarios y demás piden otro contacto, pero no dejan de hacerlo”.

Dr. Gustavo Pirigliano (M.M.N 74262)
Hablemos de salud mental y pediatría ¿Cómo se abordan estos temas hoy en tu consultorio? ¿Sentís que se rompió el eje opuesto entre salud clínica y psicología?

Yo me formé en el área de promoción y protección de la salud del Hospital Ricardo Gutiérrez, también conocido como el consultorio del niño sano. Allí se atiende en conjunto con un equipo de psicólogos que están presentes de forma permanente en el servicio y las interconsultas son constantes. Desde que comenzó la pandemia, en mi centro tengo dos psicólogas que están presentes todo el tiempo. Cuando se presenta una situación yo no derivo a la familia a psicología con un número de teléfono, sino que hago el switch en el momento. En el pasado, cuando yo derivaba a alguien a salud mental tardaban hasta 4 meses en ir, había varias consultas en el medio en el que yo insistía con el tema y, a veces, por este mismo motivo, no volvían más. Hoy dejó de ser tabú, la gente no tiene vergüenza de ir a terapia y se entiende que es un espacio que da herramientas para enfrentar la vida. Los pacientes, sin ningún problema, van a gusto con las psicólogas y si no pudieron coordinar por horarios y demás piden otro contacto, pero no dejan hacerlo.

Entonces se cambió el formato de derivación al modelo interdisciplinario ¿Es así?

Sí, hoy todo es interdisciplinario porque el mundo hoy en día así lo requiere. Incluso hoy vemos muchas mamás que ya cuentan con ayuda psicológica para ellas mismas, algo que antes no sucedía. Esto es un fenómeno muy interesante y tenemos en mente hacer un estudio al respecto. Pero si no sucede de este modo, y nosotros vemos una estructura familiar en donde hay sufrimiento, entonces contamos con psicólogas que aportan herramientas.

¿Y los papás?

¡Los papás ahora son divinos! Antes no se involucraban en la crianza como ahora. Hoy participan de forma activa y es hermoso ver las nuevas parejas como intercambian los roles. Es muy lindo ver esto que se dio de forma progresiva en el tiempo.

“Yo trato de ver a mis pacientes adolescentes más seguido que a los niños y niñas. En un control anual de media hora no puedo saber cómo están, entonces pido visita cada dos o tres meses, aunque a los padres les llame la atención.
Los adolescentes respetan mucho la palabra del médico, aunque muchos miren el pisco cuando les hablo yo sé que me escuchan.”.

Dr. Gustavo Pirigliano (M.M.N 74262)
Se sabe que uno de los grupos más afectados por la pandemia y el aislamiento son los adolescentes ¿Cuál es tu mirada al respecto?

La palabra adolescente, de por sí, ya es estigmatizante porque refiere a un ser en carencia. Los jóvenes perciben sus propios cambios que no son solo físicos, también psicológicos. Los chicos comienzan a ser más pensantes, más adultos y todas estas novedades algunos las transitan bien y otros mal. Sobre estos últimos hay que estar más atentos para dar consejos y, de ser necesario, derivar a psicología. Yo trato de ver a mis pacientes adolescentes más seguido que a los niños y niñas. En un control anual de media hora no puedo saber cómo están, entonces pido visita cada dos o tres meses, aunque a los padres les llame la atención. En esos encuentros abordo temas como sexo, sustancias, relaciones interpersonales con sus compañeros y compañeras y el vínculo con la familia. Se trata de un período en el que todo cambia, el papá que era un genio ya no lo es y la mamá que era la persona favorita tampoco. Los adolescentes respetan mucho la palabra del médico, aunque muchos miren el pisco cuando les hablo yo sé que me escuchan.

¿Hay evidencia científica o casos de vida real que puedas referir sobre niñeces y COVID-19?

Gracias a Dios es la primera pandemia en la historia de la humanidad en la que los niños no llevan la peor parte. Hablo de casos como cólera, sarampión, meningitis y demás, en los cuales lo más terrible lo sufrieron los más chicos. Esta es la pandemia que menos los afectó y, por desgracia, esos resultados sí se los llevó la gente mayor. En relación al coronavirus, los niños son poco afectados en porcentajes. Sin embargo, hubo muy pocos casos en Argentina de lo que llamamos síndrome inflamatorio multisistémico (SIMS). Estos son pacientes graves que cursan la llamada enfermedad de Kawasaki. Yo formo parte de un grupo de 200 pediatras y nadie tuvo ningún caso. En el Hospital de niños sí hubo solo 3 chicos, pero eran pacientes con enfermedades prexistentes. Todos los niños que vi con hisopados positivos transcurrieron la enfermedad sin mayores síntomas.

¿Tenes opinión formada sobre la presencialidad escolar durante la pandemia?

En pediatría no se puede inventar nada y mi ente rector es la Sociedad Argentina de Pediatría quien expresó que la presencialidad escolar es fundamental. Los chicos tienen que ir al colegio, estar presentes e interactuar con sus pares. El trato interpersonal es indispensable y no se consigue de igual manera a través de la computadora. Puede haber momentos de virtualidad, pero deben ser lo mínimo posible.

¿Qué información tenés sobre vacuna contra el COVID-19 y niños?

Las vacunas se prueban y testean y, así, se van bajan las edades de los grupos inoculados. Esto sucede con la campaña que se desarrolla en Argentina y, a medida que se verifique que son seguras para los niños, se los incluirá. Las vacunas son fundamentales para cubrir a los chicos que tienen enfermedades respiratorias y otras comorbilidades. Aquí no cuenta lo ideológico, esos niños sufren el aislamiento y hace falta que reciban sus dosis lo antes posible.

Producción: Equipo de Marketing Wiri Salud
Entrevista: Fernanda Santágata
Agradecemos al Dr. Gustavo Pirigliano M.M.N 74262

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