Es importante que todas las mujeres tengan un ginecólogo particular de confianza.

Ya sea por recomendación de una conocida o por el simple hecho de probar en consultas con distintos profesionales, tener un ginecólogo particular que te entienda y con el que te sientas cómoda va a logar que puedas tener una mejor atención tanto en tus chequeos de rutina, durante la menopausia o el embarazo o, incluso, si sufrís una enfermedad ginecológica.

¿Tuviste una mala experiencia con un ginecólogo particular o el que tenés no te convence? La ginecología es una especialidad médica que requiere al menos un chequeo anual, por lo cual es fundamental que no te conformes y encuentres, ya sea hombre o mujer, al ginecólogo particular que querés.

3 puntos claves para elegir un buen ginecólogo particular

  • Comparar. Tener la posibilidad de acceder a una cartilla de médicos completa y poder elegir es fundamental. El primer paso para conseguir un buen ginecólogo particular es tener una variedad de profesionales a disposición. De esta forma vas a poder elegir si te sentís más cómoda con un hombre o con una mujer, en qué lugar te resulta práctico atenderte y en qué día y horario te gustaría ir al consultorio.
  • Recomendado. Si bien todos tenemos formas distintas de evaluar la atención de un médico, pedir referencias de un profesional a una conocida o familiar nos puede dar confianza para elegir a un ginecólogo particular. Las experiencias pasadas de otras pacientes pueden ser las tuyas en el futuro.
  • Calificaciones. Poder leer las calificaciones de las pacientes que ya se atendieron con el profesional puede darte la pauta de la calidad de ese ginecólogo particular. Buscar el nombre del médico en Google, por ejemplo, va a brindarte más información para que puedas tomar una mejor decisión.

Otro aspecto importante a tener en cuenta es la comodidad que te brinda el profesional y su consultorio al solicitar un turno. Un ginecólogo particular, por ejemplo, que te permite tomar un turno de forma online sin moverte de tu casa, es un médico que se encuentra actualizado y que se preocupa por sus pacientes. Este puede ser otro indicio de la calidad de atención.

Estos puntos son claves para el momento de la elección del ginecólogo pero, después de la consulta, ¿cómo saber si la atención fue realmente buena y de calidad? ¿Cómo decidir si conviene o no volver a ese médico?

Preguntas importantes para hacerte en el post consulta

¿Cómo era el consultorio?

El lugar físico donde trabaja el médico también forma parte de la experiencia que tuviste. No es lo mismo un consultorio que se preocupa por mantener la estética general del lugar que uno con las paredes despintadas o las sillas rotas en la sala de espera. 

Este tipo de cosas hablan mucho de la preocupación que el consultorio y sus médicos tienen por los pacientes que concurren al lugar. Por eso es importante también  tener en cuenta el estado en el que se encontraba el lugar de trabajo de tu ginecólogo.

¿Cómo fue la atención del personal?

No sólo ginecólogos trabajan en el consultorio al que concurriste. También están las secretarías, encargadas de recibirte cuando llegaste y de darte un turno para el futuro en caso de que lo hayas necesitado.

La calidez con la que nos reciben en un lugar puede marcar la diferencia. Las personas siempre quieren volver a los sitios donde se sintieron cómodos y, en este sentido, las secretarias o recepcionistas son parte fundamental de tu experiencia en el consultorio. La otra parte en el trato humano, claro, depende del ginecólogo.

¿Cuánto tiempo esperaste en el consultorio?

Seguramente tenés una vida llena de actividades y responsabilidades. Además, a nadie le gusta esperar. Pensar en el tiempo total que te llevó visitar al ginecólogo es también un buen parámetro a tener en cuenta.

¿Tuviste que esperar de más? Si tomaste un turno, fue para que tu horario se respetara y no perdieses tiempo que podrías haber aprovechado en otras cosas. Sin dudas esta pregunta es clave incluso para poder programar futuras consultas con ese ginecólogo y saber con cuanto tiempo debés contar para visitarlo.

¿Te sentiste incómoda en la consulta? ¿Por qué?

Llegamos a la pregunta más importante. En ningún momento de la consulta con tu ginecólogo particular tenés que sentirte incómoda o molesta. Puede parecer algo obvio, pero no lo es.

La ginecología es una de las especialidades más íntimas sin dudas, por eso es importante que te hayas sentido a gusto con el profesional y que, si no fue el caso, puedas entender en qué momento ocurrió y porqué. Esto va a servirte a volver o no con el ginecólogo particular. Y, en el caso de descartarlo, te va a servir para tener de referencia en una futura consulta con otro médico.

¿Se lo recomendarías a tu hermana o mejor amiga?

Si el profesional fue realmente un buen ginecólogo seguramente no vas a dudar a la hora de recomendarlo a un familiar directo o a tu mejor amiga. Son las personas que más querés y, por supuesto, no te gustaría que tuviesen una mala experiencia. Esta pregunta que puede parecer simple, puede ayudarte a definir si el ginecólogo y su atención tuvieron la calidad que esperabas o no.

ginecólogo particular

Ayudá a otras mujeres a encontrar un buen ginecólogo

Una vez que te hayas atendido, si tenés la oportunidad, no te olvides de calificar al ginecólogo particular para que otras mujeres que estén buscando a un médico puedan conocer tu experiencia y las ayudes a elegir mejor.
También, si después de las preguntas post consulta definís que tu médico es un buen ginecólogo particular, recordá recomendarlo con tus conocidas y familiares. Muchas mujeres no están cómodas con sus ginecólogos y no se animan a cambiarlo por miedo a uno nuevo.

Si necesitás un ginecólogo particular de confianza y querés elegir entre una gran variedad de profesionales, ingresá a wiri.la y sacá tu turno online hoy mismo.