Los dolores y trastornos que sufren algunas personas durante su período menstrual tienen un nombre clínico: dismenorrea. Una afección primaria común en pacientes jóvenes que registra cientos de consultas en ámbitos ginecológicos.

Si bien no puede prevenirse, es posible vivir con dismenorrea de manera menos traumática. Para ello hay dos puntos fundamentales: la consulta con un especialista en ginecología y la información necesaria para poder reconocer este trastorno en tu cuerpo.

¿Los cólicos agudos son normales? ¿Se puede disminuir o calmar el dolor? ¿Cómo combatir la intensidad de estos síntomas? ¿Empeora? Esta guía tiene el fin de responder estas preguntas y hacer de la vida con dismenorrea una experiencia más llevadera.

¿Qué es la dismenorrea?

La dismenorrea no es una enfermedad sino una afección, lo que significa que reviste un malestar puntual en determinada zona del cuerpo. Las principales características son los calambres muy dolorosos durante los primeros días del ciclo menstrual.

Existen dos tipos de dismenorreas, la primaria y la secundaria. La primera surge en la juventud, poco después de los primeros períodos y dura toda la vida. Luego, este trastorno se estabiliza de forma leve en la madurez.

La segunda, en cambio, surge más tarde y se desencadena a causa de otros factores del organismo. La dismenorrea primaria se caracteriza por los calambres menstruales severos y por fuertes contracciones uterinas. Por su parte, la dismenorrea secundaria puede ser un efecto colateral de enfermedades inflamatorias pélvicas o de endometriosis.

2 de cada 5 jóvenes en el mundo se ausentan 5 días promedio al mes a causa de trastornos menstruales. La falta de higiene en los espacios públicos y la escasa educación sobre salud ginecológica están entre las principales razones.

Fuente: Sociedad Argentina de Ginecología Infanto Juvenil


Dismenorrea y sintomatología

El principal cuadro sintomatológico son los calambres menstruales que duran de 1 a 3 días con dolores que impiden realizar una vida normal. Otros efectos pueden ser dolor abdominal, lumbar o en las piernas; náuseas, vómitos, diarrea, decaimiento, cefaleas, lipotimia y otros.

Los dolores menstruales permanentes y agudos no siempre son algo “normal”. Si el padecimiento se convierte en un impedimento para transitar la vida cotidiana es necesario observar y dar seguimiento a los síntomas agendando un turno con un ginecólogo o ginecóloga.

¿Cuáles son las causas de la dismenorrea?

Los motivos de esta afección varían en caso de ser primaria o secundaria. En el primero de los casos, la mayoría de las veces, se debe a un desbalance químico u hormonal. En el segundo, hay uno o varios cuadros médicos que derivan en dismenorrea. Los mismos pueden ser:

  • Enfermedades inflamatorias pélvicas.
  • Endometriosis.
  • Fibromas en el útero.
  • Embarazos ectópicos.
  • Abortos espontáneos.
  • Infecciones.
  • Tumores.
  • Pólipos.

Formas clínicas de acceder al diagnóstico

Para arribar al diagnóstico de dismenorrea es fundamental la observación minuciosa de la historia clínica. Recién cuando fueron descartados otros trastornos se puede afirmar que se trata de esta afección. Hay algunos estudios que contribuyen a la confirmación:

  • Ecografía por imágenes o ultrasonido: se indica para verificar el estado de los vasos sanguíneos, los tejidos y las condiciones generales de los órganos. Si estás en Argentina, puedes agendar tu ecografía acá.
  • Laparoscopia: es un procedimiento quirúrgico menor que sirve para observar las condiciones de la cavidad pélvica y abdominal.
  • Histeroscopia: se trata de un examen de útero y cuello del útero.

Países como Japón, Taiwán o Corea tienen legislaciones que permiten a las mujeres ausentarse de su trabajo por motivos menstruales. Sin embargo, según una publicación del periódico Korea Times, muy pocas lo utilizan ya que los espacios laborales tienen en su mayoría líderes hombres.

Fuente: CNN en español

Tratamientos posibles para la dismenorrea

De acuerdo al diagnóstico cada especialista puede evaluar distintos tipos de tratamiento. Si bien no se trata de una enfermedad para la cual hay una eventual cura, existen algunas prescripciones médicas que, en conjunto con ciertos hábitos, pueden mejorar el cuadro general:

  • Prescripción de píldoras anticonceptivas.
  • Colocación de dispositivo intrauterino o DIU.
  • Tratamientos con hormonas como, por ejemplo, la progesterona.
  • Medicación específica para la inhibición de la prostaglandina.
  • Antinflamatorios sin contenido de esteroides (aspirina e ibuprofeno, entre
    otros).
  • Dieta rica en proteínas y reducida en grasas y azúcares.
  • Restricción de la cafeína.
  • Suplementos vitamínicos.
  • Masajes abdominales y tratamientos de calor.
  • Aumento de las horas de sueño.
Tips para convivir con dismenorrea durante el período menstrual
  • Utilizar almohadilla térmica.
  • Hacer actividades como yoga o stretching.
  • Baños de inmersión.
  • Anular el consumo de alcohol, tabaco y sustancias.
  • Realizar ejercicios de relajación.
Cómo resolver mis dudas sobre la dismenorrea y encontrar una solución

Es importante destacar que los dolores menstruales permanentes y agudos no siempre son algo “normal”. Si el padecimiento persiste y se convierte en un impedimento para transitar la vida cotidiana es necesario observar y dar seguimiento a los síntomas. Calambres inhabilitantes, fiebre corporal, desmayos y otros signos pueden ser motivo suficiente para la consulta médica con un/a especialista.

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La dismenorrea es una afección que provoca dolores y trastornos durante el período menstrual. Si crees que puedes tenerla atiéndete con un ginecólogo y resuelve todas tus dudas.

Producción: Equipo de Marketing Wiri Salud
Texto: Fernanda Santágata para agencia Olson Harris